Se avizora tregua arancelaria entre EE UU y China
Washington.- Representantes de Estados Unidos y China se reunieron en Estocolmo para retomar conversaciones comerciales, con el objetivo de extender una tregua arancelaria que vence el próximo 12 de agosto. Las reuniones, celebradas a puerta cerrada, no arrojaron resultados definitivos, pero fueron descritas por ambas partes como "constructivas", abriendo la posibilidad de evitar una nueva escalada en la guerra comercial que ha marcado las relaciones bilaterales durante esta segunda administración del presidente Donald Trump.
La actual disputa comercial se intensificó a principios de 2025, cuando la Casa Blanca implementó una política de aranceles amplios, del 60% sobre productos chinos, en el marco de lo que el presidente Trump calificó como una estrategia para “restaurar el equilibrio comercial y proteger la seguridad nacional”. Pekín respondió con medidas equivalentes, afectando principalmente a productos agrícolas, electrónicos y del sector automotriz.
“El presidente tendrá la última palabra”, declaró un portavoz del Departamento de Comercio de EE UU, al referirse a la posibilidad de extender la tregua actual. Por su parte, la delegación china evitó hacer declaraciones específicas, pero fuentes cercanas a las conversaciones confirmaron que Pekín está dispuesto a negociar si se establecen condiciones de “reciprocidad” y se evita la imposición de nuevos gravámenes.
Desde la imposición inicial de aranceles, organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional han alertado sobre el impacto negativo de la disputa en la economía global. El FMI advirtió esta semana que la política arancelaria de EE UU representa un “riesgo persistente” para el crecimiento mundial, y pronosticó una desaceleración del comercio internacional si no se alcanza un acuerdo duradero.
Analistas del sector privado sostienen que una nueva ronda de aranceles o el fin de la tregua temporal podría afectar de forma directa a consumidores estadounidenses, encareciendo bienes de consumo y afectando cadenas de suministro tecnológicas. “El impacto ya es visible en la volatilidad de los mercados bursátiles y en la caída de las exportaciones agrícolas”, afirmó Michael L. Cohen, economista del Peterson Institute for International Economics.
Aunque no se han fijado nuevas fechas oficiales para una próxima ronda de negociaciones, voceros de la Casa Blanca indicaron que el presidente Trump podría abordar el tema públicamente en su próximo mitin de campaña en Ohio, donde ha insistido en que su política comercial ha “revitalizado la manufactura estadounidense”. Entretanto, el mundo observa con atención los pasos de las dos mayores economías globales ante un posible acuerdo que podría aliviar tensiones en el comercio internacional.