La parálisis en Washington se profundiza
El Senado de Estados Unidos volvió a fracasar en su intento de aprobar un proyecto de gasto aprobado previamente en la Cámara de Representantes, manteniendo al Gobierno al borde de un cierre parcial. La votación del martes por la noche terminó con 55 votos a favor y 45 en contra, sin alcanzar los 60 necesarios para superar el filibusterismo.
En la primera ronda de votaciones, hace casi dos semanas, el demócrata John Fetterman (PA) había sido el único en romper filas y respaldar a los republicanos. Esta vez se sumaron Catherine Cortez-Masto (D-NV) y Angus King (I-ME), mientras que el republicano Rand Paul (KY) fue el único de su bancada en rechazar la iniciativa.
El miércoles al mediodía se repitió el escenario: mismo resultado (55-45), mismos actores y la confirmación de que el Senado se encuentra en un impasse que podría tener consecuencias graves.
“Los demócratas siguen priorizando sus demandas partidistas y ponen en riesgo la estabilidad del país”, acusó el líder republicano en el Senado, quien llamó a “responsabilidad y sentido común” en las negociaciones.
Desde la bancada demócrata, la respuesta fue inmediata. “Los republicanos bloquean una y otra vez cualquier intento de avanzar. No hay voluntad real de cooperar”, señaló la senadora Cortez-Masto, defendiendo su voto como un gesto pragmático, aunque sus pares demócratas la criticaron por “dar oxígeno” a la estrategia republicana.
El vicepresidente J.D. Vance advirtió que “cada día de retraso acerca al país al cierre de Gobierno, con miles de trabajadores federales y familias enteras como rehenes de la obstrucción demócrata”.
A pesar de los discursos, el panorama es de estancamiento. La desconfianza crece y el reloj corre en contra del Congreso.