Israel, la innovación que nace del riesgo y redefine la inversión en defensa y ciberseguridad
En su más reciente edición de Dinero y Más, el programa conducido por Raúl Mas, la atención se centró en dos frentes que hoy dominan la conversación económica y geopolítica: la evolución de los mercados financieros bajo la administración Trump y la revolución tecnológica que emerge desde Israel, donde la defensa nacional y la innovación privada se entrelazan de manera única.
Desde el inicio del programa, Mas ofreció un análisis detallado del pulso económico global. Los principales índices de Wall Street —Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq— mostraban una ligera recuperación tras varios días de retrocesos. Pese a la volatilidad reciente, recordó que el ciclo alcista de los mercados se ha mantenido con fuerza desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, con un crecimiento sostenido y un apetito renovado por la inversión en sectores estratégicos.
El conductor destacó también la estabilización del oro —que ha subido más de 50 % en lo que va del año— y el repunte del mercado inmobiliario, impulsado por el descenso de las tasas hipotecarias tras los ajustes de la Reserva Federal. Sin embargo, el tema más candente del día fue la imposición de nuevas sanciones de Estados Unidos sobre el petróleo ruso, una medida que, según Mas, podría alterar el equilibrio energético global.
“Si se restringe la venta de crudo ruso, hay menos oferta disponible y, en consecuencia, precios más altos para todos”, advirtió. Las sanciones, que ahora limitan el acceso de las petroleras rusas al sistema de transacciones en dólares, apuntan a presionar al Kremlin, aunque también amenazan con repercusiones en India y China, los dos principales compradores del petróleo ruso.
Mas subrayó que detrás de la estrategia estadounidense también hay una apuesta geopolítica: “Trump busca separar a Rusia y China, reducir su cooperación energética y tecnológica. Pero ese equilibrio es frágil y tiene implicaciones en los precios globales y en la estabilidad de Europa y Asia”.
El laboratorio de innovación más exigente del mundo
Tras este panorama financiero y geopolítico, el programa giró hacia un tema de innovación y defensa que, a juicio de Raúl Mas, encarna la convergencia entre la tecnología, la seguridad nacional y el capital de riesgo: el auge del deep tech israelí.
El invitado principal fue TLV Valley, un fondo de capital de riesgo de nueva generación con sede en Israel, especializado en defensa y ciberseguridad. En el programa participaron Jay Aryeh Sezouliak, director de estrategia de la firma, y Millo Avasar, exfuncionario del Centro de Orquestación de Seguridad Gubernamental de Israel (GSOC) y asesor en ciberseguridad y adquisiciones públicas.
Según explicó Sezouliak, TLV Valley utiliza un algoritmo propio impulsado por inteligencia artificial que analiza más de un centenar de startups tecnológicas para evaluar su potencial y minimizar riesgos para los inversionistas. “No se trata solo de evaluar el producto, sino de evaluar a las personas detrás de él —sus antecedentes, su desempeño, su resiliencia—. Nuestro sistema mide la capacidad real de los equipos para ejecutar bajo presión”, señaló.
El enfoque, aseguró, responde a la realidad israelí: Un país que vive bajo amenaza constante y donde la innovación no es un lujo, sino una herramienta de supervivencia. “Las tecnologías se prueban en tiempo real, en el campo de batalla. Los errores se pagan muy caro, y eso eleva la exigencia y acelera el aprendizaje”, añadió.
El valor de innovar bajo fuego
Millo Avasar aportó una visión más cruda y técnica. Durante tres años formó parte del equipo que protege las infraestructuras digitales del gobierno israelí de ataques cibernéticos provenientes de países hostiles como Irán o de grupos como Anonymous Sudan. “Israel es uno de los países más atacados del mundo. Si fallamos, no hay servicios públicos, no hay hospitales, no hay país. Por eso, la innovación es parte de nuestra defensa”, explicó.
Avasar detalló que TLV Valley busca tender puentes entre los emprendedores israelíes y los complejos procesos de compra del gobierno. “Muchos innovadores creen que basta con tener una buena idea. No entienden que deben cumplir con regulaciones, demostrar escalabilidad, obtener certificaciones. Nosotros los ayudamos a cruzar ese puente y a prepararse para vender tanto al gobierno israelí como al estadounidense”.
Durante la conversación, Mas destacó el paralelismo entre los desafíos de la burocracia israelí y los del sistema de defensa estadounidense, tradicionalmente dominado por gigantes como Boeing, Raytheon o Lockheed Martin. Citó el caso de Anduril, la empresa fundada por Palmer Luckey, que ha revolucionado la industria al crear prototipos con fondos privados y ofrecer soluciones terminadas al Pentágono sin esperar años de aprobación.
Avasar coincidió: “Ese modelo disruptivo está inspirando a Israel. Queremos soluciones listas para usar, probadas, escalables. Los generales no quieren promesas; quieren resultados inmediatos. Por eso, la cooperación entre nuestros ecosistemas de defensa es tan natural”.
IA, capital de riesgo y la nueva frontera de la ciberdefensa
El diálogo también exploró cómo la inteligencia artificial está redefiniendo el modelo de inversión. Sezouliak mencionó que su algoritmo permite acelerar la due diligence —el proceso de verificación de startups—, y anticipó una tendencia creciente hacia el solopreneurship, donde individuos respaldados por IA pueden lanzar proyectos sin equipos ejecutivos completos. “Es el siguiente paso en el venture capital. La tecnología ya permite medir productividad, liderazgo y capacidad de ejecución con datos objetivos”, afirmó.
Por su parte, Avasar subrayó que la prioridad de TLV Valley no es solo financiar, sino educar a los innovadores. “Queremos que las compañías nazcan con ciberseguridad desde el diseño, con respeto a la privacidad y cumplimiento regulatorio. Israel ya aprendió que un mal diseño legal puede derribar a un gigante tecnológico”.
El programa cerró con una reflexión sobre el papel global de Israel como Startup Nation, en referencia al libro homónimo citado por Mas, y su impacto en la seguridad internacional. “Israel no solo desarrolla tecnología: la prueba bajo fuego, la mejora, la exporta. En ese ecosistema de urgencia y resiliencia está la clave de su liderazgo mundial”, resumió el conductor.
TLV Valley prepara ahora un foro internacional sobre tecnología de defensa que se celebrará en noviembre en Israel, con participación de la Defense Innovation Unit (DIU) estadounidense y otras agencias aliadas.
“Lo que estamos viendo —concluyó Raúl Mas— es que la frontera entre la inversión, la innovación y la defensa se está desdibujando. Israel se ha convertido en el mejor ejemplo de cómo el riesgo y la urgencia pueden ser el motor de una nueva era tecnológica”.