¿Cuándo es el mejor momento para comprar una casa en EE.UU.?
Washington.— La compra de una vivienda, tradicionalmente considerada uno de los principales objetivos de estabilidad y seguridad financiera en Estados Unidos, enfrenta hoy un profundo debate marcado por las diferencias entre generaciones. Mientras los baby boomers y la generación X crecieron bajo la idea de que adquirir una propiedad debía ser una prioridad temprana, los millennials se enfrentan a un contexto muy distinto, con mayores obstáculos económicos y nuevas formas de concebir la vida financiera.
En su programa Punto Clave, la periodista Lucía Navarro abordó la pregunta que se hacen millones de familias: ¿cuál es el mejor momento para comprar una casa? Según cifras de Freddie Mac, al 21 de agosto de 2025, la tasa hipotecaria promedio a 30 años se ubica en 6,58%, un nivel que, aunque inferior a los picos de 2023, sigue siendo un desafío para compradores primerizos.
Durante la conversación con su invitado, el analista Raúl Mas Canosa, ambos coincidieron en que la visión sobre la vivienda ha cambiado radicalmente. Navarro recordó cómo las generaciones anteriores crecieron bajo la presión cultural de adquirir una casa como sinónimo de éxito y seguridad: “Nuestros padres nos taladraban en la cabeza que comprar una casa debía ser una de nuestras prioridades”, dijo. Sin embargo, apuntó que los millennials enfrentan realidades muy distintas: deudas estudiantiles, ingresos inestables y falta de ahorro suficiente para el enganche.
Mas Canosa explicó que, históricamente, la compra de vivienda fue atractiva por razones fiscales y de valorización. “El hecho de que puedas deducir los intereses de la hipoteca de tus ingresos ha sido un beneficio clave. Además, las casas históricamente suben de precio, lo que convierte la propiedad en una inversión segura”, señaló. No obstante, reconoció que el contexto actual no garantiza el mismo escenario de crecimiento sostenido, especialmente en mercados urbanos saturados.
El experto subrayó que incluso propiedades modestas, conocidas como starter homes, han funcionado como trampolín financiero para generaciones anteriores. Con el tiempo, estas casas podían remodelarse, ampliarse y convertirse en activos de gran valor. “No se trataba solo de tener un techo seguro, sino de construir patrimonio”, afirmó.
El economista Raul Mas canosa fue el invitado de Lucía Navarro
Hoy, en cambio, para los millennials y la generación Z, la pregunta no es tanto a qué edad comprar una vivienda, sino en qué condiciones. La incertidumbre laboral, el alto costo de la vida en grandes ciudades y las alternativas de movilidad han modificado las prioridades. Cada vez más jóvenes optan por alquilar o compartir vivienda por periodos prolongados antes de comprometerse con una hipoteca.
El debate refleja no solo un cambio económico, sino también cultural. Mientras para muchos adultos mayores la propiedad sigue representando estabilidad, para los jóvenes estadounidenses la vivienda ya no es necesariamente un destino obligatorio, sino una decisión estratégica que depende del momento financiero y personal.