Petro desafía a Trump y reaviva las tensiones hemisféricas

El reciente cruce de declaraciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, ha escalado hasta convertirse en uno de los episodios más tensos en la relación bilateral en décadas. Las acusaciones, amenazas y sanciones cruzadas dominaron la edición más reciente del programa Punto Clave, conducido por Lucía Navarro, quien conversó con el abogado y analista político colombiano Demar Córdoba para analizar la dimensión política y jurídica del conflicto.

El detonante de la crisis fue una entrevista concedida por Petro a Univisión, en la que —según denunció el congresista republicano Carlos Giménez— el mandatario colombiano “amenazó con derrocar” al presidente Trump. “Las amenazas de Petro deben tomarse muy en serio, ya que representan un peligro real para la seguridad de nuestro hemisferio”, escribió Giménez en su cuenta de X. La Casa Blanca reaccionó con rapidez: Washington revocó la visa de ingreso de Petro y extendió la medida a varios de sus familiares y colaboradores más cercanos, tras un polémico episodio ocurrido en Nueva York, cuando el presidente colombiano instó públicamente a funcionarios federales estadounidenses a “desobedecer al presidente Trump”.

Desde el Air Force One, Trump respondió con dureza, calificando a Petro como “el peor presidente que ha tenido Colombia” y “un lunático con problemas mentales”. Detrás del tono personal, sin embargo, subyace una disputa más profunda: la estrategia de Trump para desmantelar las redes de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, operaciones que —según la CIA— han destruido en los últimos meses varias embarcaciones y submarinos empleados por los cárteles. El presidente estadounidense ha insistido en que no solo se trata de combatir a los narcos, sino también a los “políticos corruptos que se benefician del tráfico de drogas”, una frase interpretada como una alusión directa a los regímenes de Venezuela y Colombia.

En este contexto, el abogado Demar Córdoba ofreció una radiografía del deterioro de las relaciones bilaterales. “Gustavo Petro ha conducido a Colombia al peor momento de sus vínculos con Estados Unidos en más de dos siglos”, afirmó en Punto Clave. Córdoba recordó que el mandatario colombiano ha defendido en repetidas ocasiones la legalización del narcotráfico, llegando a comparar la cocaína con productos como el petróleo o el azúcar. “Si aplicáramos esa lógica al homicidio, habría que eliminar el delito para acabar con los asesinos”, ironizó. Según el analista, la llamada “paz total” de Petro —que busca negociar con guerrillas y bandas criminales— no ha reducido la violencia, sino que ha duplicado el número de grupos armados en el país: “Hoy Colombia tiene 22 mil hombres en armas, cuatro estructuras de las FARC activas y unas 800 bandas criminales”, denunció.

Córdoba también explicó el alcance de las medidas adoptadas por Washington. Según dijo, la inclusión de Petro, su familia y su ministro del Interior en la lista OFAC del Departamento del Tesoro responde a investigaciones en curso sobre presunto financiamiento ilícito. “Estar en esa lista no es un accidente. Implica que existen pruebas que vinculan directamente al presidente con actividades irregulares”, señaló. Para el analista, la decisión de revocar la visa a Petro y aislar diplomáticamente a su gobierno es un mensaje inequívoco: “Estados Unidos distingue entre el pueblo colombiano —que sigue siendo aliado— y su actual dirigente, que ha traicionado los principios de cooperación”.

Durante el programa, Lucía Navarro citó también las declaraciones del expresidente Iván Duque, quien sostuvo que Petro “busca la confrontación con Estados Unidos para polarizar la política interna y fortalecer su base electoral” de cara a las elecciones de 2026. La tesis fue respaldada por Córdoba, quien recordó que el apoyo popular de Petro se ha desplomado en menos de tres años. “De los 11 millones de votos que obtuvo, hoy apenas conserva entre cuatro y cinco millones de seguidores. El pueblo colombiano se ha dado cuenta del daño causado por su gestión”, afirmó.

El analista subrayó además el riesgo económico que implicaría una ruptura total con Washington: “El 40% de nuestras exportaciones van a Estados Unidos. Si se aplicaran sanciones arancelarias, los sectores floricultor, cafetero y bananero serían devastados. Cinco millones de empleos dependen de esa relación”. Córdoba insistió en que, por ahora, las sanciones son personales y no comerciales, gracias a la mediación de congresistas como Bernie Moreno, quien ha pedido a la administración Trump “proteger al pueblo colombiano del desastre de Petro”.

El programa cerró con una reflexión de Lucía Navarro sobre el rumbo de la región: “Colombia y Venezuela, con gobiernos ideológicamente cercanos, parecen desafiar el orden democrático en nombre de un discurso social que en realidad oculta redes de corrupción y narcotráfico”. Córdoba coincidió: “Petro no representa al pueblo colombiano, sino a un proyecto que busca normalizar la ilegalidad. Los colombianos somos gente de trabajo y de fe; no merecemos ser tratados como un narcoestado”.

En medio de las tensiones diplomáticas y las operaciones antidroga en curso, la relación entre Bogotá y Washington atraviesa su peor momento en décadas. Mientras Petro insiste en que sus declaraciones fueron “malinterpretadas” y que “no amenazó a nadie”, el gobierno de Trump se mantiene firme en su postura: “Las Américas serán liberadas de las drogas y de los políticos que las protegen”. El mensaje, como subrayó Navarro, “no deja espacio para la ambigüedad”.

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