Greg Smith advierte que EE. UU. busca recuperar terreno en la guerra de los minerales raros
En el programa Dinero y Más, conducido por Raúl Mas, la conversación giró hacia un tema que pocos conocen a fondo, pero que podría definir el futuro tecnológico y militar de Estados Unidos: Los minerales raros. El invitado, Greg Smith, un veterano del sector minero con más de 35 años de experiencia, ofreció un diagnóstico contundente: “Estamos muy, muy atrás, y China tiene el control del tablero”.
Durante la entrevista, Smith explicó que los minerales raros no son escasos, como sugiere el nombre, sino que el verdadero cuello de botella está en la refinación. “En los años 60, 70 y 80, Estados Unidos dominaba este negocio. Teníamos unas 20 refinerías operativas y podíamos suplir nuestras propias necesidades”, recordó.
Ese liderazgo se perdió en los años 90, cuando, por decisiones políticas y presiones ambientales, el país renunció a refinar estos materiales, mientras China desarrollaba silenciosamente una red de control global. “Hoy los chinos manejan el 97 % de la capacidad mundial de refinación de tierras raras. Eso significa que controlan el acceso a los componentes esenciales de casi toda nuestra tecnología”, afirmó.
De los misiles al celular
Smith detalló que existen dos tipos de minerales raros —ligeros y pesados— y ambos son imprescindibles para la industria moderna. Los pesados son clave para la defensa: “Los F-35, los misiles balísticos, los sistemas de radar, los chips de guía térmica… todos dependen de estos materiales”, explicó.
Los ligeros, por su parte, alimentan la vida cotidiana: pantallas, baterías, autos eléctricos, paneles solares y hasta los colores de los televisores y teléfonos inteligentes.
“No hay un solo objeto de la vida moderna que no tenga algo de tierras raras”, enfatizó Smith, subrayando que el problema no es la disponibilidad del mineral —que abunda incluso en suelo estadounidense—, sino el costo y la toxicidad del proceso de refinación.
El experto señaló que los desechos de este proceso pueden permanecer contaminantes “durante mil años”, lo que llevó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a imponer regulaciones que prácticamente hicieron inviable el negocio dentro del país.
China: estrategia de un siglo
En el análisis de Smith, el dominio chino no es casual ni reciente. “China tiene un plan de cien años, y lo han seguido paso a paso”, advirtió. Primero, consolidaron Asia; luego, expandieron su influencia minera en África, y ahora han logrado presencia directa en América Latina. “Hace 20 años no tenían participación en la región, hoy están en casi todas las concesiones mineras de Bolivia, Argentina y Chile”, explicó.
El experto consideró que el regreso de gobiernos conservadores en Sudamérica podría ofrecer a Washington una nueva oportunidad para reposicionarse. “Argentina, con Javier Milei, ya ha dicho que no permitirá más industrias chinas. Y si América Latina vuelve a ser socia de Estados Unidos, podríamos equilibrar el mercado global de minerales”, sostuvo Smith, quien adelantó que viajará próximamente a Bolivia y Argentina para asesorar a empresas y gobiernos interesados en desarrollar recursos bajo estándares occidentales.
Trump y el nuevo mapa energético
El conductor Raúl Mas destacó la reciente firma por parte del presidente Donald Trump de un acuerdo con Australia, valorado en 8.500 millones de dólares, para asegurar suministros de litio y otros minerales estratégicos.
Smith celebró la medida, aunque reconoció que “llegamos tarde”. Según el experto, “Trump está haciendo lo correcto: asegurar los recursos, incluso si no los extraemos nosotros. Pero falta lo esencial: construir refinerías en suelo estadounidense.”
Smith es fundador de Think Energy, una empresa que desarrolla tecnología energética con bajo impacto ambiental. Desde allí promueve alternativas que permitan combinar independencia energética con responsabilidad ecológica. “Sin tierras raras no hay autos eléctricos, ni paneles solares, ni energía verde”, advirtió. “Los ambientalistas deben entender que para alcanzar su meta verde hay que asumir un costo industrial”.
Reciclaje, oro y el futuro de la minería
Ante la pregunta sobre la posibilidad de reciclar componentes electrónicos para recuperar minerales raros, Smith fue escéptico. “El 90 % de los proyectos de reciclaje son inviables. Las cantidades de metal son minúsculas y el proceso es costoso. Seguimos minando igual que en el siglo XIX”, dijo.
En la parte final de la entrevista, el diálogo se desplazó hacia los metales tradicionales.
Smith se declaró “estable, no eufórico” respecto al oro, pese al auge de los precios, y recordó que los países del bloque BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— están comprando toneladas del metal para respaldar sus monedas.
También defendió la importancia del cobre, “el único conductor realmente eficiente para la electricidad moderna”, como símbolo de que la minería sigue siendo la base invisible de toda la tecnología.
Una advertencia y un llamado
Greg Smith cerró la conversación con una reflexión que resume su visión del futuro económico y geopolítico de Occidente:
“Sin refinerías propias, Estados Unidos seguirá dependiendo del enemigo para fabricar sus armas, sus autos eléctricos y sus satélites. Podemos tener la mejor tecnología, pero si no controlamos los materiales, no controlamos nada.”
Raúl Más despidió el programa destacando la urgencia del mensaje:
“Estamos tan lejos que ya no solo corremos detrás de China; ahora competimos por no perder lo que alguna vez fue nuestro.”