Prepara orden ejecutiva contra la violencia política
El gobierno busca aplicar sanciones más duras a organizaciones que promuevan actos de violencia. Fundaciones progresistas alertan sobre riesgos a la libertad de expresión.
Washington, D.C. – En respuesta al clima de tensión generado por el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, la administración Trump ultima una orden ejecutiva destinada a combatir la violencia política y el discurso de odio.
Según adelantaron fuentes oficiales a la agencia Reuters, el borrador busca endurecer las sanciones contra organizaciones que promuevan o financien actos de confrontación y contempla la posibilidad de aplicar el estatuto federal de extorsión, conocido como RICO, a grupos señalados por incitar a la violencia.
El texto incluiría además la opción de designar a ciertas agrupaciones de izquierda como organizaciones terroristas, lo que habilitaría acciones judiciales y congelamiento de fondos. La medida es defendida por asesores cercanos al presidente, como Stephen Miller, quienes consideran que las condenas retóricas ya no son suficientes para contener un fenómeno que, a su juicio, amenaza la estabilidad democrática.
La iniciativa, sin embargo, ha despertado una fuerte reacción en el campo progresista. Más de 120 fundaciones y organizaciones liberales, entre ellas la Fundación Ford y Open Society Foundations, hicieron público un pronunciamiento en el que denuncian un intento de restringir libertades fundamentales bajo el pretexto de la seguridad nacional.
Académicos y juristas han advertido que una redacción ambigua podría utilizarse para perseguir a opositores políticos o limitar la libertad de expresión en universidades y medios independientes.
La Casa Blanca insiste en que la orden busca proteger a los ciudadanos, independientemente de su orientación política, y que el objetivo no es censurar ideas, sino enfrentar la escalada de violencia que ha cobrado ya vidas en ambos extremos del espectro ideológico.