“El mundo entra en una nueva era de poder, con la hispanidad en el centro del tablero”
The Intel Source fue escenario de un diálogo de alto calibre intelectual entre dos de las voces más lúcidas del análisis geopolítico contemporáneo: el analista y exoficial de inteligencia Ron Aledo y el coronel español Pedro Baños, autor de referencia en materia de estrategia, defensa y relaciones internacionales. El encuentro dejó una profunda reflexión sobre el momento histórico que atraviesa el planeta: una crisis de liderazgo global, el desgaste de las instituciones liberales, la redefinición del poder bajo el segundo mandato de Donald Trump y el papel emergente del mundo hispano como nueva fuerza civilizatoria.
Desde el inicio, Baños trazó una comparación provocadora entre la actual guerra de Ucrania y los grandes conflictos del siglo XX, advirtiendo que Occidente cometió un grave error de cálculo. “Esta guerra para Rusia no es una aventura, es una guerra existencial”, señaló. “Putin sabe que si la pierde, Rusia se desintegra, su liderazgo cae y la nación podría fracturarse en pedazos. Por eso no puede darse el lujo de perderla. No es Vietnam ni Afganistán; es una guerra de supervivencia nacional”.
El coronel subrayó que la administración Biden subestimó esa dimensión, creyendo que bastarían las sanciones y el financiamiento masivo de Kiev para forzar un colapso ruso. “Pensaron que con cien mil millones de dólares, un poco de propaganda y presión económica, Rusia caería. No comprendieron que Moscú luchaba por su propia existencia”, agregó. Para Baños, la situación recuerda la crisis de los misiles de 1962, cuando Washington trazó una línea roja ante la amenaza soviética. “Rusia hace hoy lo mismo: defiende su línea roja en Ucrania, cueste lo que cueste”.
Aledo coincidió en ese diagnóstico y resaltó el cambio estratégico que ha supuesto el retorno de Trump al poder, acompañado por el nuevo Departamento de Guerra, en sustitución del anterior Departamento de Defensa. Según el analista, “Trump ha recuperado la cultura del guerrero y ha ordenado dejar atrás la doctrina progresista de la era Biden. Está reconstruyendo una mentalidad militar tradicional, centrada en la fuerza, la disciplina y la disuasión real”.
Ambos expertos abordaron también la transformación del equilibrio global y las nuevas alianzas que desafían la hegemonía estadounidense. Baños advirtió que “la cooperación entre Rusia, China e India marca el nacimiento de un nuevo bloque euroasiático” y que Trump, en lugar de enfrentarse a Moscú, “prefiere un entendimiento pragmático con Putin para concentrar la competencia geopolítica en su verdadero adversario: China”. Según explicó, el líder republicano “no quiere otra guerra con Rusia, quiere hacer negocios con Rusia, romper su vínculo con Pekín y reorientar la política exterior hacia la prioridad económica”.
En ese marco, Baños celebró el regreso del realismo a la Casa Blanca, una visión que, en su opinión, el mundo necesita después de años de improvisación ideológica. “Trump es un hombre de negocios —recordó—, entiende que un país sin solvencia económica no puede mantener ni su ejército, ni su inteligencia, ni su diplomacia. Todo lo que hace tiene una clave económica detrás”.
El diálogo también incluyó una reflexión profunda sobre el peso del mundo hispano en la nueva estructura de poder. Aledo evocó el gesto del presidente Trump al preferir el término “hispanos” en lugar de “latinos” durante su campaña, un reconocimiento que, para ambos analistas, tuvo una carga simbólica y política de gran valor. “Fue un gesto de respeto cultural —dijo Baños—. Hoy somos más de 50 millones de hispanohablantes en Estados Unidos, una comunidad trabajadora, conservadora y patriótica que comparte valores cristianos y familiares. Ese voto fue decisivo para Trump”.
Para el coronel español, el concepto de geo-hispanidad —eje de su más reciente libro— no es una consigna romántica, sino una propuesta estratégica. “Durante décadas hemos hablado del poder anglosajón, de la esfera china o de la civilización islámica, pero el mundo hispano tiene todos los elementos para ser una fuerza de equilibrio global: lengua, cultura, historia y fe”, sostuvo. “Estados Unidos lo ha comprendido, y Trump, especialmente, ha sabido captar esa energía”.
El intercambio entre Aledo y Baños concluyó con una nota de advertencia: la geopolítica, afirmaron, ya no es un asunto exclusivo de cancillerías y ejércitos, sino una responsabilidad ciudadana. “El que no entienda la dinámica del mundo de hoy, está condenado a depender de quienes sí la entienden”, resumió Aledo. Y Baños añadió con su habitual claridad: “La historia se acelera. Si no pensamos en términos de civilización, nos quedaremos fuera del futuro”.