“Subsidios, deuda y control: el costo oculto del intervencionismo estatal”
“Cuando el gobierno gasta de más, el precio lo pagan nuestros hijos”, dijo Ricardo Alfaro en uno de los momentos más tensos del programa Mrs. Monet. El economista advirtió que el déficit y la deuda federal ya no son solo problemas contables: son amenazas directas a la libertad económica y a la seguridad nacional.
Monet Bacs reforzó la idea: “El Estado no produce riqueza. Cada dólar que reparte proviene del bolsillo del contribuyente. Cuando Washington decide quién recibe los subsidios, está manipulando el mercado y hipotecando el futuro”. Ambos recordaron que incluso si todos los multimillonarios estadounidenses entregaran el 100% de su fortuna, el dinero apenas alcanzaría para mantener al gobierno federal durante nueve meses. “No hay magia, no hay fuente infinita de dinero. Hay deuda, inflación y pérdida de poder adquisitivo”, insistió Bacs.
El programa trazó paralelos entre la crisis financiera de 2008 y los rescates empresariales recientes. “Ya lo vimos con los bancos: tomaron riesgos irresponsables porque sabían que el gobierno los salvaría. Ese no es un mercado libre; es un casino con fondos públicos”, señaló Alfaro. En su análisis, el bienestar corporativo y el gasto desmedido del Estado son “las dos caras de una misma moneda: el intervencionismo que ahoga la innovación y premia la dependencia”.
Bacs concluyó con un ejemplo local, mostrando que la alternativa sí existe: “En mi estado, Arizona, logramos aprobar un impuesto plano del 2.5%. Eso atrajo empresas, generó empleo y demostró que cuando el gobierno se hace a un lado, los ciudadanos prosperan”. Su cierre fue tan contundente como optimista: “Estados Unidos no necesita más rescates. Necesita menos gobierno y más libertad”.