Texas vive tensión política por redistribución electoral

Austin.- La redistribución de distritos electorales en Texas ha desatado una nueva crisis política en el estado, con enfrentamientos entre republicanos y demócratas que podrían tener implicaciones significativas para las elecciones legislativas de medio término de 2026. La disputa gira en torno a un nuevo mapa distrital propuesto por la mayoría republicana en la legislatura estatal, que ampliaría su representación en el Congreso con hasta cinco nuevos escaños. 

El gobernador republicano Greg Abbott convocó a una sesión legislativa extraordinaria para aprobar el rediseño de los distritos, argumentando que el crecimiento poblacional registrado en el censo de 2020 -y confirmado por estimaciones de 2024- justifica una redistribución inmediata. La propuesta ha sido duramente criticada por los demócratas, quienes la califican como un intento de gerrymandering para consolidar el poder republicano y limitar la representación de comunidades urbanas y latinas. 

En un movimiento inusual, un grupo de legisladores demócratas abandonó el estado para bloquear el quórum necesario para la votación. Abbott respondió solicitando órdenes de arresto para los legisladores ausentes y advirtió que se les obligará a regresar para cumplir con sus funciones constitucionales. Varios gobernadores demócratas, entre ellos los de California, Nueva York e Illinois, han ofrecido protección política a los legisladores exiliados. 

El Gobernador de Texas, Greg Abbott se reunió recientemente con los representantes estatales  Ben Bumgarner y Matt Morgan en Austin para tratar los temas de la agenda legislativa local / X.com

Organizaciones de derechos civiles y electorales han interpuesto demandas argumentando que los nuevos mapas violan la Ley de Derecho al Voto al diluir el poder de voto de minorías. Mientras tanto, la Corte Suprema de Texas, de mayoría conservadora, evalúa la legalidad de la sesión especial convocada por el gobernador y la autoridad del estado para ordenar el arresto de legisladores fuera de su jurisdicción. 

La redistribución electoral es vista como una estrategia clave de cara a las elecciones legislativas federales de noviembre de 2026, en las que se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Con Texas como uno de los estados de mayor crecimiento demográfico, el control de sus distritos puede resultar determinante para el equilibrio de poder en Washington. 

El resultado de esta pugna podría sentar precedentes legales y políticos que trasciendan el ámbito estatal. Analistas anticipan que la controversia no solo impactará la representación texana, sino que también podría movilizar el voto latino y de jóvenes en próximos comicios, especialmente si se percibe un retroceso en derechos electorales. 

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