Trump busca la paz y el Nobel: la nueva diplomacia entre Israel y Hamas
El cierre del programa The Intel Source estuvo marcado por una discusión de alto contenido geopolítico. Ron Aledo y Jeffrey Kihien analizaron el anuncio del presidente Donald Trump sobre un plan de paz de 20 puntos entre Israel y Hamas, aceptado —según las fuentes oficiales— por ambas partes. El hecho, si se confirma, podría significar el mayor avance diplomático en Oriente Medio en décadas.
Aledo recordó que se cumplen dos años del ataque de Hamas a Israel, un episodio que dejó más de mil muertos y cientos de secuestrados. Desde entonces, los bombardeos israelíes sobre Gaza han provocado miles de víctimas civiles. “Es una tragedia de doble filo”, dijo. “Y quizá esta sea la primera oportunidad real de poner fin al ciclo”.
Kihien, sin embargo, ofreció una lectura más escéptica. “Desconfío más del Estado de Israel que de Hamas”, declaró, citando el reciente asesinato de negociadores palestinos en Catar por parte del Mossad, hecho que —según él— podría complicar el proceso. Además, advirtió sobre un creciente sentimiento antiisraelí dentro de Estados Unidos y Europa, “una bola de nieve que se está volviendo peligrosa”.
El debate entre ambos analistas giró también en torno al papel mediático de Israel. “Ha perdido la guerra de la información”, sostuvo Kihien. “Las campañas de influencia y los intentos de manipular a youtubers y periodistas han sido torpes y contraproducentes”. Aledo coincidió en que el mundo digital ha cambiado las reglas del juego: “Ya no hay propaganda sin respuesta. Todo queda expuesto”.
Pese al escepticismo, ambos reconocieron la habilidad política de Trump para capitalizar el anuncio. “Él busca su momento Nobel”, bromeó Aledo, recordando cómo el presidente suele enumerar sus logros diplomáticos. “Pero más allá del premio, este podría ser su legado: lograr lo que nadie ha conseguido, una paz entre Israel y Hamas”.
El cierre de la conversación fue un llamado a la esperanza. “Después de tanto dolor, después de tantos años de terror y de guerra, solo nos queda orar”, concluyó Aledo. “Ojalá esta vez la política logre lo que la violencia nunca pudo”.